Desde estas líneas, me
gustaría hacer llegar a todos los seres humanos - independientemente si son blancos, morenos, asiáticos, negros, cristianos, católicos, judíos, musulmanes, heterosexuales, homosexuales, o sea, a
todos literalmente - mi más sincero afecto, haciéndoles saber que compartimos con ellos la
esperanza de un mundo sin guerras, sin armas, sin atentados, sin perjuicios,
sin mediocridad, y sin tantas otras cosas que afectan a las familias en todo el
mundo.
Yo estaba en Buenos Aires
el Día del Atentado a la AMIA. Me acuerdo perfectamente de aquel 18 de julio en
que los vidrios del 11º piso de la oficina en que yo trabajaba temblaron y
todos bajamos a la calle Florida porque no sabíamos que pasaba. Lo único que se
veía a lo lejos era el humo proveniente de algún lugar del barrio Once y se
escuchaba la sirena de ambulancias, policías, bomberos… Fui caminando por la
Av. Corrientes con mis compañeros y yo
me acuerdo lo mucho que lloré por las personas que sofrían todo aquello… Vi a
una mujer que lloraba porque su hija caminaba por la calle cuando el carro
bomba explotó. Estoy segura que esta mujer o su hija jamás fueron terroristas o
pensaron en guerras, ellas simplemente eran dos mujeres que trabajaban duro en
Buenos Aires.
Ayer, leyendo las noticias,
empiezo a llorar nuevamente porque otra bomba explotó en Bulgaria, en un autobús
de turistas. Nunca fui a Bulgaria, solamente tengo un amigo búlgaro que vive en
EE.UU. con la familia, pero igual, aún que no sepamos quiénes son los que
murieron, sufrimos el dolor como si fuera una parte de nosotros.
Necesitamos terminar con
esto, pero sin más guerra, sin más agresiones, sin más ignorancia, y sin más
tantas brutalidades que empiezan simplemente con una palabra llamada odio.
De hecho, a mí me pudre cuando
leo o escucho algo como: Odio a los americanos, odio a los judíos, odio a los
argentinos, odio a los del norte o a los de sur, y un montón de odio que no
añade nada en nuestras vidas, simplemente crea una barrera para que la PAZ esté
presente.
La mayor guerra empieza por
nuestra ignorancia, así como, la PAZ MUNDIAL depende de nuestra actitud.
Gracias a todos los que de
una u otra forma contribuyen a que LA PAZ MUNDIAL sea una realidad.
La esencia del amor. |
Un afectuoso abrazo a todos que en este momento están
sufriendo por el atentado en Bulgaria.
LA PAZ NO TIENE
COLOR, RELIGION O STATUS!
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